Circulo por una autovía a 110 km/h, el suelo está mojado y saliendo de una curva, ¡sorpresa! – una hilera de coches totalmente parados -. Dispongo de pocos metros para detener el coche y necesito máxima potencia de frenado. ¿Cuál será la reacción de mi vehículo cuando pise el freno con todas mis fuerzas?

Siempre que hago esta pregunta en clase, las respuestas de mis alumnos son muy variadas: si el suelo está mojado el coche saldrá disparado, en una curva no se puede frenar, el coche patinará… Está claro que una situación así asusta; en pocas ocasiones las hemos vivido y nuestros conocimientos técnicos, la mayoría de veces, son insuficientes para saber qué hacer. Este miedo nos lleva a dudar, y si dudamos tan sólo un segundo a 100 km/h, perdemos 28 metros de recorrido; pero, ¿disponemos de ellos?

Años atrás, ante un frenado muy fuerte, el neumático se colapsaba y empezaba a chirriar; ruido muy desagradable para nuestros tímpanos y aún más para nuestros bolsillos, ya que después de esto, casi siempre venía un buen ¡boom! Cuando el neumático llega a su límite por frenada, la rueda se para, se bloquea y esto genera distintos problemas: recorremos más metros, posiblemente perderemos la dirección, el coche se puede desequilibrar y si queda marca en el suelo, neumático a la basura.

Para hacer una frenada límite sin ABS, se necesita mucha técnica y experiencia, que no mucha gente tiene. Los fabricantes de vehículos, conscientes de ello, introdujeron en el año 1974 una nueva tecnología a sus vehículos, una ayuda – en principio opcional – que pocos imaginaban las vidas que salvaría: el ABS. Des de 2004, esta ayuda es obligatoria en todos los coches nuevos. Esto no quiere decir que un coche sin ABS frene menos que uno que lo lleva incorporado, pero con ABS es todo más fácil. Sería algo parecido a llevar a Fernando Alonso en el maletero: cuando necesito parar en pocos metros, piso con todas mis fuerzas freno y embrague, y Fernando ABS Alonso se organizará con la rueda.

El ABS es capaz de llevar el neumático a su límite sin bloquear las ruedas. Si te encuentras alguna vez en una situación de frenado de emergencia, notarás cómo el pedal tiembla un poco, no te preocupes, es totalmente normal, sigue frenando si fuera necesario. Gracias a que la rueda no se bloquea, podemos mantener la dirección, el coche no se desequilibra y los neumáticos se mantendrán en buen estado. Ya no necesitas ser un gran experto, puedes reventar el freno y el embrague en cualquier situación que el coche con ABS parará. Pero atento, si hay poca adherencia tardará más, pero parará.

Es muy recomendable experimentar esta sensación en los cursos de conducción para poder integrarla y si llegara el día, no dudar y frenar a máxima potencia para poder llegar a casa con el coche entero y, si es posible, con los dos retrovisores.